Fecha: ¿Año 412?
Tema: Negativa a una petición de Paulino.
Agustín saluda en el Señor a Paulino, señor justamente amadísimo e hijo sincerísimo y colega en el diaconado.
1. Aún no percibo cómo puedo cumplir tu deseo de que te envíe las gestas de los mártires en palabras mías, aunque mucho lo deseo. Leí lo que te has dignado enviarme y hallé algunas narradas con palabras de otros; otras, en cambio, divulgadas sólo en las actas forenses, que me deleitaron sobremanera. Por tanto, si quisiera narrar de nuevo yo mismo aquellas cosas en que otros me precedieron, daría la impresión de ser o un doctor inoportuno o alguien que trabaja en vano. Si, por el contrario, quisiera recordar de palabra lo que sólo se halla en las actas forenses, temo que no sólo no ayude al afecto más auténtico que me produjo, cuando leí únicamente las mismas actas...
2. El que me animara a hacer algo semejante, cuando hablé de esto con tu caridad, (se debió) a que me habían agradado ciertos relatos sobre los mártires, escritos por el anciano Ambrosio, de venerable memoria. Al compararlos, no los antepuse a otros autores cuyos escritos sobre estos temas había leído; pero el anciano Ambrosio narró, sobre todo, lo que no podía conocerse por las actas públicas. Y, por tanto, su obra no sólo no parecía en absoluto cosa superflua, sino hasta muy necesaria; igual que lo que se lee, escrito por no sé quién, sobre el beatísimo mártir Cipriano, a saber, que cuando se hallaba en sus jardines y se le hizo llegar para conducirlo al martirio, mientras se le retenía en la quinta de Saturno y una multitud de hermanos hacía guardia a las puertas, mandó que se protegiera a las muchachas; y otras cosas parecidas que no pueden hallarse en las actas forenses.
3. Pero ¿qué puedo hacer yo que, fuera de las actas públicas, no tengo medio de conocer lo que hay que saber acerca de los mártires, a no ser lo que haya leído en los escritos de aquellos que me precedieron en este menester? Y si únicamente quisiera relatar con mis palabras lo que leo en las actas públicas, será el mío un esfuerzo que más que dar brillo lo quitará. Te suplico que consideres esta insinuación mía y que me contestes diciéndome con confianza lo que te parece.