CARTA 233

Traductor: Lope Cilleruelo, OSA

Revisión: Pío de Luis, OSA

Fecha: Poco después del año 395.

Tema: El culto a Dios y la persona de Cristo.

Agustín a Longiniano.

Se cuenta que uno de los antiguos solía decir que todo lo pueden aprender con facilidad aquellos que están convencidos de que no han de aspirar a otra cosa que a ser buenos. Pero antes de promulgarse esta sentencia, que, si mal no recuerdo, es de Sócrates, había pronunciado otra el profeta, mandando al hombre brevemente, pero de una vez, que no ame nada tanto como el ser bueno e indicándole el principio que le hace bueno: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente1. Y también: Amarás a tu prójimo como a ti mismo2. Para quien está convencido de esto, toda otra doctrina no sólo es fácil, sino útil y saludable. Porque hay muchas doctrinas, si es que pueden ser llamadas así las que son superfluas o dañinas. Cristo avala a los libros antiguos al decir: En estos dos preceptos se condensan la ley y los profetas3. Me parece que en el espejo de tu conversación conmigo he visto que nada prefieres a ser bueno. Por eso me atrevo a preguntarte en qué forma crees que se ha de adorar a Dios, supremo bien, mejor que el cual no hay nada y de quien el alma humana recibe el ser buena, pues ya sé que crees que se le debe adorar. También te pregunto qué opinas acerca de Cristo. Advertí ya que no le estimas en poco. Deseo saber, y a juicio mío sin descaro, si crees que no se puede llegar a la vida bienaventurada por otro camino que el enseñado por El y si difieres, aunque no abandones, el entrar por ese camino por alguna causa; o bien si estimas que hay otro u otros caminos paro llegar a esa posesión fructífera y preferible a todas, o si crees que ya avanzas por uno de esos caminos. Yo te amo por lo que ya te dije; pienso sin temeridad que tú también me amas. Y no hay ningún tema sobre el que aquellos que benévolamente se conocen puedan enviar, reclamar, o recibir cartas con mayor provecho que éste cómo ser buenos y bienaventurados.