CARTA 168

Traducción: Lope Cilleruelo, OSA

Tema: Agradecimiento a Agustín por el libro La naturaleza y la gracia.

Timasio y Santiago saludan en el Señor al obispo Agustín, señor en verdad beatísimo y padre justamente venerable.

Comienzos del 416

Tanto nos ha restablecido y recreado la gracia de Dios, servida por tu palabra, que auténticamente podemos decir: Envió su palabra y los sanó1, señor beatísimo y merecidamente venerable padre. Hallamos que tu santidad ha discutido el texto del librito con tal diligencia que nos maravilla hallar respuesta a cada detalle, tanto en aquello que un cristiano debe refutar, detestar y huir, como en aquello en que no aparece con claridad el error del autor, aunque no sé por qué astucia termina suprimiendo la gracia de Dios. Una cosa nos entristece en esta gran obra benéfica, y es el que haya tardado en revelársenos este excelente don de la gracia de Dios: ya estaban ausentes algunos, cuya ceguera hubiera podido curar esta manifiesta declaración de la verdad. Si Dios nos es propicio, confiamos en que, aunque tarde, les llegará la misma gracia, pues Dios quiere que todos se salven y vengan al conocimiento de la verdad2. En cuanto a nosotros, instruidos por ese espíritu de caridad que hay en ti, hace ya tiempo que hemos sacudido el yugo de ese error. Pero todavía te lo agradecemos porque gracias a esa brillante exposición de tu santidad, que nos abre el camino fácil, podemos ya explicar a otros lo que antes creíamos.

(Y con otra mano): Que la misericordia de nuestro Dios glorifique eternamente a tu beatitud, conservándola en la salud y en el recuerdo de nosotros.