CARTA 163

Traducción: Lope Cilleruelo, OSA

Tema: Cuestiones sobre el alma de Cristo y su descenso a los infiernos

Evodio, obispo, a Agustín, obispo

Uzalis. Contemporánea a las anteriores.

Hace tiempo remití a tu santidad ciertas preguntas: una acerca de la razón y de Dios, creo que por Jobino, que está al servicio de las siervas de Dios; otra sobre el cuerpo del Salvador, del que se piensa que puede ver la sustancia de Dios. Ahora te propongo una tercera: el alma racional que el Salvador asumió en su cuerpo, ¿entra en alguna de las opiniones propuestas sobre el origen del alma, suponiendo que alguna de ella pueda sostenerse en la verdad?; ¿o bien, aun siendo racional, no pertenece a las especies que se mencionan respecto al alma humana? Una cuarta: ¿qué espíritus son aquellos cuyo testimonio acerca del Señor recoge Pedro en su carta, diciendo: Mortificado en la carne; vivificado en el espíritu: en espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados, etc?1 Parece que estaban en el infierno y que, al descender a él Cristo, evangelizó a todos y libertó a todos graciosamente de las penas y de las tinieblas, de manera que a partir de la resurrección del Señor liquidados los infiernos, sólo hay que esperar todavía el juicio del Señor. Sobre este punto desearía saber qué es lo que opina su santidad.