CARTA 90

Traducción: Lope Cilleruelo, OSA

Tema: Súplica de perdón en favor de los ciudadanos de Calama.

Nectario al obispo Agustín, señor insigne y hermano merecedor de ser acogido.

Calama. Verano del año 408/409.

Paso por alto el amor de la patria, pues conoces cuan gran cosa es. Es el único que supera justamente al amor de los padres. Si los buenos tuvieran límite o término en su servicio, ya tendría yo causa digna para excusarme de los deberes de la patria. Mas como el amor y devoción a la ciudad crece de día en día, y cuanto más nos acercamos a la ancianidad, tanto más deseamos dejar a la patria incólume y floreciente, celebro ante todo el tener que dirigir este escrito a un hombre versado en todas las disciplinas. Hay muchas cosas que amo, con razón, en la colonia Calamense, ya porque nací en ella, ya porque creo haberle prestado insignes servicios. Pero la colonia, señor eminente y con razón honorable, se ha precipitado por un no leve yerro de su pueblo. Ese yerro deberá ser castigado con la mayor severidad si lo apreciamos por el rigor de las leyes públicas. Pero un obispo no debe sino brindar la salud a los hombres e intervenir en las causas para suavizarlas, y merecer ante el omnipotente Dios perdón por los delitos ajenos. Por ello interpongo la súplica más encarecida, para que, si este asunto admite defensa, se defienda a quien no tiene culpa y no se moleste más a los inocentes. Haznos esa merced, que, como ves, corresponde a tu persona. Sobre los daños se puede llegar fácilmente a una tasación. Sólo te pido que se evite la tortura. Que vivas más acepto a Dios, señor insigne y hermano con razón honorable.