SALMO 133

Traductor: Balbino Martín Pérez, OSA

[Acción de gracias para la tarde]

1 [v.1]. Ea, ahora es tiempo de bendecir al Señor todos los siervos del Señor, los que estáis en la casa del Señor, en los atrios de la casa de nuestro Dios. ¿Por qué añadió en los atrios? Los atrios son las piezas más amplias de la casa. El que está en los atrios o en los zaguanes, no es estrechado ni oprimido, en cierto modo se halla dilatado. Permanece en la anchura, y podrás amar a tu enemigo, porque no amas las cosas por las que puedes padecer estrecheces de parte de tus enemigos. ¿Cómo sabrás que estás en los atrios? Permanece en la caridad, y estarás en los atrios. En la caridad se halla la holgura, y en el odio la estrechez. Oye al Apóstol: Ira, indignación, tribulación y angustia (habrá) en toda alma del hombre que obra lo malo1. ¿Y qué dice de la anchura de la caridad? Que la caridad de Dios se difundió en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado2. Al oír difusión, entiende anchura; al oír anchura, piensa en los atrios del Señor, y tendrás la verdadera bendición del Señor al no maldecir a tus enemigos. El Espíritu Santo habla aquí a los que padecen tribulación; y, exhortándoles a que se gloríen en ella, les dice: Ea, ahora es tiempo de bendecir al Señor todos los siervos del Señor. ¿Qué quiere decir: Ea, ahora? En este tiempo. Porque, pasadas las tribulaciones, es evidente que nos dedicaremos a bendecir al Señor, conforme se dijo: Bienaventurados los que moran en tu casa; por los siglos de los siglos te alabarán3. Los que entonces han de bendecir sin descanso, comienzan ahora a bendecir al Señor; aquí, en las tribulaciones, en las tentaciones, en las incomodidades, en las adversidades del siglo, en medio de las insidias del enemigo, en medio de los engaños y las acometidas del diablo. Esto es Ea, ahora es tiempo de bendecir al Señor todos los siervos del Señor que estáis en la casa del Señor, ¿Qué significa los que estáis? Los que perseveráis. Pues se dijo de uno que fue arcángel: No permaneció en la verdad4; y asimismo se dijo del amigo del esposo: El amigo del esposo permanece en pie, y le oye, y se alegra gozoso oyendo la voz del esposo5.

2 [v.2]. Luego los que estáis en la casa del Señor, en los atrios de la casa de nuestro Señor, por las noches levantad vuestras manos hacia el santuario y bendecid al Señor. Es fácil bendecir durante el día. ¿Qué significa "durante el día"? En los acontecimientos prósperos. La noche es el suceso triste, y el día el alegre. Cuando te va bien, bendices al Señor. Cuando deseas un hijo y te nace, bendices al Señor. Se libró tu esposa del peligro del parto, bendices al Señor. Estaba tu hijo enfermo, sana, bendices al Señor. Pero está tu hijo enfermo, quizá consultaste al adivino, al agorero; tal vez prorrumpiste en alguna maldición contra el Señor, no verbal, sino de acción, maldición de costumbres, maldición de un mal vivir; no te gloríes porque bendices con la lengua si maldices con el modo de vivir. "¿Cómo —dices— maldigo con mi vida?" Porque se contempla tu vida y se dice: "Ve qué cristiano, ve cuáles son los cristianos." Por ti se blasfema contra Cristo. ¿De qué te sirve que bendigas con la lengua, si maldices con tu vida? Luego bendecid al Señor. ¿Cuándo? En las noches. ¿Cuándo bendijo Job? En la noche lóbrega. Le quitaron todo cuanto poseía; le arrebataron los hijos, para quienes lo conservaba. ¡Qué noche tan lúgubre! Pero veamos si, con todo, no bendice en la noche: El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; como al Señor le agradó, así se hizo. Bendito sea el nombre del Señor6. ¡Qué noche tan triste! Ulcerado de pies a cabeza, se deshacía en podredumbre. Entonces Eva se atrevió a tentarle, diciéndole: Di algo contra Dios y muérete. Oye al que bendice en la noche: Hablaste como una de las mujeres necias. Si hemos recibido los bienes de la mano del Señor, ¿no soportaremos los males?7 Ved ahí lo que significa: En las noches levantad vuestras manos hacia el santuario y bendecid al Señor. ¿Qué dijo Job? Hablaste como una de las mujeres necias. Adán, podrido, rechazó a Eva, como si le hubiera dicho: "Baste que por ti me hice mortal. Pudiste más en el paraíso, pero eres vencida en el estercolero." ¡Sublime gracia de Dios! Pero ¿de dónde procedió esto? De que había llovido sobre su alma el rocío del Hermón y el Señor le había dado la suavidad para que nuestra tierra produjera su fruto8. En las noches, elevad vuestras manos hacia el santuario y bendecid al Señor.

3 [v.3]. El Señor, que hizo el cielo y la tierra, te bendiga desde Sión. Exhorta a muchos a que bendigan y bendice a uno, porque Él, de muchos, hace uno, puesto que es bueno y agradable habitar los hermanos en uno9. La palabra hermanos está en plural, y vivir en uno en singular; por eso dice: Te bendiga desde Sión el Señor, que hizo el cielo y la tierra. Nadie de nosotros diga: "A mí no me alcanza la bendición." ¿Sospechas quién es aquel uno a quien dijo: Te bendiga el Señor desde Sión? Bendijo a la unidad; sé tú uno y te llegará la bendición.