EXPOSICIÓN DEL SALMO 20

Traducción: José Cosgaya García, OSA

Revisión: Pío de Luis Vizcaíno, OSA

1. [v.1] Para el fin, para David. El título es conocido. Se canta acerca de Cristo.

2. [v.2] Señor, en tu fuerza se alegrará el rey: Señor, en tu fuerza, con la que la Palabra se hizo carne1, se alegrará el hombre Cristo Jesús2. Y por tu salvación se regocijará intensamente: y por ella, con la que vivificas todo, se regocijará intensamente.

3. [v.3] Le has dado el deseo de su corazón: deseó comer la Pascua3, deponer su vida y tomarla de nuevo4 cuando quisiera, y se lo has dado. Y de la voluntad de sus labios no le has privado: Mi paz os dejo5, afirma, y se hizo.

4. [v.4] Porque te adelantaste a él con bendiciones de dulzura: porque antes había bebido la bendición de tu dulzura, la hiel de nuestros pecados no le hizo daño (Interludio instrumental). Y has puesto en su cabeza una corona de piedra preciosa: en el principio de su predicación, tras acercarse sus discípulos, le rodearon cual piedras preciosas, para que a partir de ellos aconteciera el exordio del mensaje sobre él.

5. [v.5] Vida pidió, y se la has dado: la resurrección pidió, al decir: Padre, glorifica a tu Hijo6, y se la has dado. Longitud de días por los siglos de los siglos: los largos tiempos de este mundo, que la Iglesia iba a tener, y después la eternidad por los siglos de los siglos.

6. [v.6] Grande es su gloria en tu salvación: grande es ciertamente su gloria en la salvación con que le resucitaste. Gloria y gran encanto impondrás sobre él: pero aún gloria y gran encanto para él, cuando en el cielo lo coloques a tu derecha7.

7. [v.7] Porque le darás bendición por los siglos de los siglos: la bendición que le darás por los siglos de los siglos es esta: Con gozo le alegrarás con tu rostro. Con tu rostro alegrarás a ese al que él, en cuanto hombre, ha elevado hacia ti.

8. [v.8] Porque el rey espera en el Señor: porque el rey no se ensoberbece, sino que, humilde de corazón8, espera en el Señor. Y en la misericordia del Altísimo no será perturbado: y en la misericordia del Altísimo, la obediencia hasta la muerte de cruz9 no perturbará su condición humilde.

9. [v.9] Tu mano sea encontrada por todos tus enemigos: cuando vengas a juzgar, oh rey, tu poder sea encontrado por todos tus enemigos, que no lo comprendieron en tu condición humilde. Tu derecha encuentre a todos los que te odian: la gloria con que reinas a la derecha del Padre encuentre en el día del juicio a todos los que te odian, para castigarlos porque no la han encontrado ahora.

10. [v.10] Harás de ellos como un horno de fuego: decidirás que ellos ardan interiormente por la conciencia de su impiedad. En el tiempo de tu rostro: en el tiempo de tu manifestación. El Señor los desbaratará con su ira, y los devorará el fuego: después, desbaratados por la venganza del Señor, tras la acusación de la conciencia serán entregados al fuego eterno, para que los devore.

11. [v.11] Eliminarás de la tierra el fruto de ellos: eliminarás de la tierra el fruto de ellos, porque es terreno. Y su descendencia, de entre los hijos de los hombres: y ni a sus obras ni a ninguno de los que ellos sedujeron, los contarás entre los hijos de los hombres, a los que llamaste a la herencia sempiterna.

12. [v.12] Porque han hecho caer sobre ti males. Pues bien, este castigo se les retribuirá, porque para matarte volvieron ellos contra ti los males respecto a los que suponían que, si tú reinabas, se cernían sobre ellos. Y planearon un proyecto que no pudieron consolidar: cuando dijeron: Conviene que uno solo muera por todos10, planearon el proyecto que no pudieron consolidar, pues no sabían qué habían dicho.

13. [v.13] Porque los pondrás como espalda: porque los encuadrarás entre estos a quienes darás la espalda, después de posponerlos y despreciarlos. Y con tus cosas abandonadas prepararás su rostro: y con las cosas que abandonas, esto es, con las ansias de un reino terrenal, en tu pasión te prepararás su desvergüenza.

14. [v.14] Levanta, Señor, con tu fuerza: con tu fuerza, que consideraron debilidad, levanta, Señor, a ese a quien en su condición humilde no reconocieron. Cantaremos y salmodiaremos tus fuerzas: con el corazón y con las obras celebraremos y daremos a conocer tus maravillas.